Como Educar con Amor
Cuando lees la obra de Platón, Sócrates, Aristóteles y Descartes o yéndonos un poco más cerca en la historia, si analizas a Kant, Piaget, Vygotsky o Paulo Freire, podemos deleitarnos con una filosofía de la educación extraordinaria que nos ha transformado en la actualidad. Su forma de pensar sobre cómo educar, ha sido y todavía es una referencia para padres educadores o cualquier persona que esté vinculada a la educación, a la formación y a la transformación para bien del ser humano.
Y es que filosofar sobre la educación no es tarea fácil por eso estos grandes filósofos educativos de la historia han podido tomarse el tiempo y es preciso de nosotros los que hoy nos dedicamos a educar poder honrar de manera categórica los nombres de estos héroes de la historia que han trabajado mucho pensando y escribiendo sobre la educación, para hoy nosotros poder tener ideas hacia dónde dirigirnos, un norte, una luz de esperanza y así llevar a cabo el proceso educativo de mejor forma, tan importante en nuestros días actuales.
Pero si pensar sobre la educación es complejo imagínate lo que significa entonces además de pensar, llevarlo a la práctica y no solo eso, sino crear sistemas que puedan ir en contra del sistema. Y parece paradójico lo que digo pues para nadie es un secreto que el sistema educativo en general ha quedado obsoleto con el pasar de los tiempos. Y es tan claro y tan natural que esto ocurra ya que la teoría siempre va a estar persiguiendo a la práctica.
La práctica va a llevar siempre muchos pasos adelantados sobre la teoría. Algo así como que si una persona que va andando en una bicicleta y está siendo perseguida por una persona que va a pie, corriendo. La práctica va en bicicleta mientras la teoría va a pie. Es muy difícil que la teoría alcance a la práctica, sin embargo allí va la teoría observando de lejos a la práctica, tratando de ver y anotar mientras corre, el cómo mejorar ese andar en bicicleta.
Algo similar está ocurriendo con la educación, pensamos en ideas para tratar de llevarla a la práctica pero la práctica en cierto modo nos supera y entonces ese ejercicio de pensar sobre la educación tenemos que hacerlo todos los días de forma permanente, pues la práctica es cambiante.
Y a eso es lo que se ha dedicado mi querido amigo y profesor Yohan García, no solo a pensar sobre la educación sino a materializarla, porque además de pensar, también pone en práctica todos los días el cómo mejorar el sistema que ha creado, cómo hacer brillar el modelo educativo que ha nacido de su corazón, cómo transformar el modelo administrativo-docente para darle una mejor educación, formación y transformación a los niños, niñas y adolescentes que hacen vida en sus dos prestigiosas instituciones llamadas Baruta-Calcuta. Pienso que esta tarea de llevar a cabo en la práctica es incluso más loable que solo pensar sobre la educación.
Puedo decir que Yohan está corriendo en un esfuerzo sobrehumano para estar, no solo detrás, sino al lado de la bicicleta andando y mientras corre, la va observando muy de cerca y además está tomando notas para mejorarla y así poder equilibrar teoría y práctica para poder educar con amor.
¿Y por qué digo que está corriendo al lado de la bicicleta? porque además de pensar y actuar sobre educación ha contagiado una serie de profesionales como su querida esposa, su hermana y otros familiares, sumado a un grupo de personas extraordinarias, maestros, administrativos y obreros, a los que ha salpicado con su potente liderazgo para que se sumen a esta causa que es educar con amor y entonces no sólo piensa, no solo actúa, sino que además lidera, a un grupo de personas extraordinarias a que compartan esa filosofía maravillosa de educar.
¿Y a que no adivinas cuál es el resultado? ya te lo voy a decir. Antes, oye bien lo siguiente.
Yohan García es un ser humano extraordinario. Cuando lo conocí apenas estábamos en la universidad y jugábamos al baloncesto. En varios juegos de entrenamiento me tocó marcarlo, defenderlo y yo era un entusiasta, un defensor temido por mi velocidad y fuerza de la juventud. Recuerdo que después que compartimos un rato, me dijo: -"Necesito que me defiendas fuerte porque de esa manera voy a mejorar"- al final igual me ganó aunque lo defendí muy fuerte y por allí hicimos una gran amistad.
Tiempo después nos tocó hacer las prácticas profesionales juntos y dentro de su liderazgo y su forma poco ortodoxa pero altamente creativa de educar realizó una acción conmigo que iba a transformar mi vida. Me hizo una propuesta que hoy analizo y puedo observar con más calma que fue el punto de inflexión, el efecto bisagra para que mi vida diera un giro profundo de cambios y transformaciones, es decir para educarme. Y hoy al mirar atrás y ver ese momento puedo decir que Yohan no es sólo un filósofo de la educación sino un practicante arduo de cada pensamiento que ejecuta sobre la educación.
En ese momento me pidió que yo le diera un curso como parte de su proyecto educativo, a un grupo de jóvenes que él estaba atendiendo dentro de sus prácticas profesionales. El curso era sobre arbitraje de baloncesto. Le dije: -"Yo sé sobre arbitraje de baloncesto pero no soy profesional, por qué no buscas a un profesional, un árbitro federado para que haga ese trabajo"- y él me respondió: -"He observado en ti que tienes gran pedagogía seguro lo vas a hacer bien y además te voy a pagar"-
Pude darles el curso a aquellos chicos como parte de su trabajo en las prácticas profesionales y todo salió muy bien, ya Yohan estaba cumpliendo a lo que estaba destinado, a generar educación con sus acciones. Lo que quizás Yohan ignora hasta el día de hoy que tengo la oportunidad de decírselo, es que ese gesto de tomarme en cuenta para ser el facilitador del curso hacia sus chicos, me transformó la vida y hoy tengo una empresa que se llama @FundaLideres que dicta y facilita cursos de crecimiento personal, profesional y financiero y todo esto fue gracias a ese gesto filosófico-práctico de involucrar, integrar e incluir su filosofía-práctica educativa que hoy lleva a cabo en sus dos organizaciones Baruta-Calcuta.
Tú que estás leyendo este prólogo quiero que sepas que en tus manos tienes un tesoro pues aquí no solo se plasma pensamientos sino que se materializan experiencias reales, prácticas en el campo de acción sobre la educación. Este libro es para ti mamá, papá, tío, familia. Esta obra es para ti querida maestra, maestro, profesor, educador, este libro es para ti emprendedor, empresario o cualquier persona que esté vinculada al proceso educativo, es decir, todo ser humano que respire, porque de alguna forma todos somos educadores. Si lo tienes en tus manos no es por casualidad, disfrútalo y léelo las veces que sea necesario, márcalo como lo hice yo porque estoy seguro que cuando finalices cada página, cada párrafo, cada línea, de esta obra, te vas a transformar en otra persona.
¿Y a que no adivinas cuál es el resultado? Personas que hoy están formadas gracias a la extraordinaria educación, que recibieron en Baruta-Calcuta, que recuerdan las experiencias vividas, que piensan en todo lo que aprendieron, que son personas dignas de una sociedad y un país que merece personas con ese nivel de educación basado en los valores, gente de bien que suma con cada acción a tener un mundo mejor. Pero sobre todo son capaces de reconocer con nostalgia aun cuando están en la cúspide de la montaña, aquel hermoso lugar donde sonrieron, donde lloraron, donde saltaron de alegría llamado Baruta-Calcuta, un recinto de formación que sabe Cómo Educar con Amor.
Te envío un abrazo de corazón a corazón
El alma conoce el camino
Prof. Ángel Gámez
Escritor, Editor y Conferencista.