Reseña

Con la sensibilidad a flor de piel mientras vivía su tercer posparto a los cuarenta y cinco años, Liamir se preguntaba a diario qué era lo que realmente importaba en la crianza de los hijos, además de mantenerlos sanos y a salvo.
Información que iba y venía de sus recuerdos de hacía veinticinco años —de la familia, de las abuelas, de los parientes, de los conocidos, de los especialistas, de los medios y de las redes sociales...— la llevó a escuchar su corazón.
Además, el deseo de ambos (Liamir y Víctor), de ser los padres que el pequeño Sócrates (y todo niño) merece, los hacía esforzarse e investigar.
Ver a su hija ser madre y las conversaciones con su psicólogo Juan Carlos Santana la convencieron de que lo que estaba en su cabeza y en su corazón era lo adecuado. Ese era el camino.
Entonces, nació este texto cargado de emotividad y de consejos que, a simple vista, parecen muy básicos, pero que para muchos padres en ejercicio envuelve la más absoluta y compleja forma de enseñar acerca de la vida. ¿Por qué? Porque así es nuestra naturaleza.
No es un manual, es la invitación a criar con alma y corazón, a enseñar a nuestros hijos lo esencial.