Nuevo país de la artesanía contemporánea
Los rostros del futuro
El libro Nuevo País de la Artesanía Contemporánea es la novena entrega de la serie editorial “Los Rostros del Futuro”, concebida y producida por Banesco y Fundación ArtesanoGroup desde 2015, y coordinada por el escritor Antonio López Ortega. La artesanía, que a veces apellidamos con el sufijo tradicional, es de los oficios artísticos más arcaicos: tiene que ver con la tierra, con las manos desnudas, con figuras primigenias, con el arte de amasar o moldear. La primera réplica de lo humano, el primer impulso de representación artística, se cobijó en cuevas y galerías. Esas manos buscaban en la tierra o en el fuego figuras que hoy podemos ver en cavernas que a lo largo de milenios las han preservado.
En Venezuela la artesanía tradicional ha sido muy rica y variada: podría elaborarse un mapa con regiones para reconocer las distintas fuentes o modalidades: hay artesanía del barro, sí, pero también del vidrio, de los metales, de los textiles, de los desechos vegetales, de la madera. El ingenio popular amplía las fuentes y crea sentido artístico donde menos se sospechaba. Esta riqueza de profundo sentido patrimonial ha crecido tanto que hoy en día podemos hablar de una artesanía contemporánea: esto es, de aquella que, partiendo de la tradición, evoluciona de manera tan vertiginosa que puede mezclar o combinar cualquier medio o técnica hasta lograr piezas excepcionales: trajes, collares, utensilios, vasijas, instrumentos, prendas, piezas artísticas, etc.
Como en ocasiones anteriores, un comité de selección conformado por 20 especialistas se dio a la difícil tarea de elegir a 22 nuevos profesionales de la artesanía contemporánea, todos a partir de 1980, que son los que en esta edición se reúnen. Todos han sido entrevistados por un notable grupo de profesionales del periodismo, y en cuanto a la fotografía hemos contado con la curadoría de la Fundación Artesanogroup, institución que ha desarrollado desde hace años una loable labor en la promoción y difusión en este campo.
El balance da cuenta de una generación muy sólida, muy madura, muy cosmopolita, que se abre camino en suelo propio y a la par en distintas geografías, ganando distinciones y premios, mereciendo reconocimientos y proyectando la imagen de un país que no declina en el campo de la creación cultural.