Historia de la Academia de Medicina del Estado Táchira
Un acercamiento, a su pasado y su presente, para construir el futuro
El devenir de la Academia es presentado por el doctor Zambrano con base en el estudio minucioso y pormenorizado que hiciera de sus actas. Todas sus directivas, sus presidentes, sus situaciones, sus adelantos y retrocesos son tratados sin reserva. Se muestra una obra hecha por hombres con virtudes y defectos. El autor no puede desligarse del camino trazado y enjuicia momentos y personajes que pudieron haber dejado otro talante, otra impronta en su accionar. Cuestiona, ante todo, el tema de la sede, la que aún no posee la institución.
Desarrolla estos puntos con modestia singular, determinando, eso sí, las acciones esgrimidas desde la formalización de las reuniones, los niveles exigidos para permanecer en ella, los requerimientos solicitados para incorporarse y la reconstrucción de una serie de símbolos necesarios que le darían fortaleza institucional. Reformó procedimientos, desechó trámites innecesarios, reguló posiciones, se enfrentó a esquemas superados por el tiempo, empleó el rigor del Derecho para acentuar, con su ejemplo de médico estudioso y disciplinado, los caminos a seguir.
Fueron medidas drásticas, pero necesarias, oportunas, pero inflexibles, que inspiraron respeto a la corporación por todos los sectores de la sociedad tachirense. Esto la ha enaltecido y el ejercicio de la presidencia situó al doctor Zambrano en puesto singular en el gremio, en primer lugar, por la tarea de rehacerla, de consolidarla y de incorporar a ella nuevos elementos que continúan en esa complicada tarea de sostener, por encima de tantas oposiciones, un cuerpo de esta naturaleza, difusor del saber. Para lograr ese triunfo, debe reiterarse, empleó su jerarquía como médico y como gerente. También debió valerse del rigor del derecho adjetivo, procedimental, y procuró con sentido la presencia de la simbología en términos de heráldica, verso y música. Sabio en dosificar cuánto de cada una debería administrar al cuerpo agotado, logró su recuperación.