Reseña

En el escenario evaluativo es mucho lo que se está escrito y por escribir, los esquemas e ideas novedosas se presentan a flor de piel en los pensamientos plasmados por el autor de esta obra, ¡si, obra! Porque está esculpido desde lo esencialmente vivido por el escritor. En ese sentido, este libro presenta como propósito ofrecer al lector una serie de reflexiones, asunciones teóricas, recomendaciones, ejemplos prácticos, los cuales están adaptados a los contextos particulares, que sirven para comprender y desarrollar la Evaluación desde un prisma por competencias.
La evaluación por competencias es importante manejarla desde su propia esencia, dado que permite integrar y profundizar el desarrollo de las habilidades cognitivas y por ende, la creatividad evaluativa: dos aspectos relevantes en la excelencia de los procesos de enseñanza y aprendizaje que acontecen en las aulas y fuera de ellas, tal como lo expone de manera sensible el autor. Este está consciente que las competencias se evidencian en la experencialidad de los actores educativos.
La mayoría de la información que se consigue actualmente acerca de la evaluación está vinculada con el desarrollo de instrumentos, procesos y métodos procedimentales. Sin embargo, dicha información presenta una utilidad específica para desarrollar procesos estandarizados de evaluación.
En contraste, la asunción teórica- práctico-experiencial de la presente obra proporciona a los docentes y estudiantes estrategias, técnicas, procedimientos, productos, actividades y ejemplos que emergen de lo vivido del autor, ello permite, que las ideas no son meras posiciones, sino que son producto de coexistencia por años con los contenidos de la evaluación; es así que el experto de esta obra lo vislumbra desde las competencias, es visualizar y aplicar la evaluación de lo esencialmente humano.
En consecuencia, la utilidad del material presentado se adapta perfectamente a los requerimientos actuales de los procesos de cambios que se están viviendo. Puesto que las investigaciones recientes conducen a la redimensión de la educación para hacerla más sensible y contextualizada y reorientar la evaluación por competencias para adaptarlo a la misión de la sociedad.