Reseña

Muy temprano comenzó el Cumanés su caudal de vida delictiva para llegar a completar 40 años en el delito. Sí, llegó muy lejos, pero nunca apartado de lo que sus prodigiosas manos y su labia hacían con los naipes para saciar su gran vida sin esfuerzo, mediante “obras” fraudulentas de un “hombre de mundo”.