Reseña

"GABRIEL", la cautivadora novela del escritor venezolano Julián Rivero, nos transporta a un pueblo envuelto en un halo de maldición, cimentada en los traumas del pasado y las decisiones de un cura que, lejos de ser un guía espiritual, se convierte en arquetipo de corrupción. La historia se despliega a través de una narrativa intercalada, donde los hilos de la vida de Gabriel se entrelazan con las de otros personajes que habitan este inquietante lugar.

El relato comienza con una profunda retrospectiva de la niñez de Gabriel, un niño cuya vida va marcada por eventos sobrenaturales y revelaciones desgarradoras. Desde su infancia, Gabriel es testigo de fenómenos inexplicables y decisiones erráticas de personas cercanas; cada suceso, cada escalofrío, va forjando su carácter y prefigura su destino. Sus ojos curiosos y su espíritu sensible se convierten en los prismas a través de los cuales se perciben las tragedias y secretos que atormentan a aquellos que lo rodean.

A medida que avanza la trama, exploramos las historias entrelazadas de los habitantes del pueblo, cada uno con su propio pasado y su relación con el cura, cuyas acciones resonaron como un eco sombrío a lo largo de generaciones. La vida de Gabriel se entrelaza con la de sus padres, amigos y enemigos, quienes, como él, son víctimas de esa maldición que parece no tener fin. Julián Rivero construye un tapiz narrativo rico en emociones y reflexiones sobre la fe, la redención y el peso de la historia colectiva.

El estilo lírico y evocador del autor nos sumerge en un mundo donde la frontera entre lo real y lo sobrenatural se difumina, invitándonos a cuestionar la naturaleza de nuestra existencia y el legado que dejamos atrás. "GABRIEL" no es solo una historia sobre un pueblo maldito, sino una exploración profunda del alma humana, un viaje hacia lo desconocido que nos lleva a confrontar nuestros propios demonios. Con personajes vívidos y un trasfondo cargado de simbolismo, Rivero nos ofrece una obra que resuena con la complejidad de la vida misma.