Voces de fe: Guía para desarrollar una oratoria inspirada
El texto que se presenta a la comunidad cristiana evangélica y en general a cualquier interesado en la temática, es producto del seminario de oratoria cristiana como parte del pensum del Curso Intensivo Teológico Pastoral, realizado por un grupo de pastores de diferentes iglesias cuadrangulares del país, bajo la coordinación del Seminario Teológico Cuadrangular (SETECU) a través del pastor Fernando Alvarado. Es importante destacar que, a pesar de la corta duración de la interacción, los pastores lograron construir en un trabajo de equipo, los siete capítulos que constituyen el texto, lo que muestra su corazón de servicio y el deseo de agradar al Padre Celestial, a quien damos la gloria por la culminación de esta obra.
En el primer capítulo, titulado: La oratoria cristiana para un mundo necesitado, los autores plantean que, frente a las necesidades en distintos ámbitos, del hombre de hoy; la oratoria tiene el poder de ofrecer esperanzas en tiempos difíciles. Un buen mensaje presentado con amor y de forma clara puede ser eficaz para ayudar y animar al pueblo para avanzar en la vida.
Por su parte, el segundo, Oratoria cristiana para todo tipo de público, plantea que el discurso debe adecuarse para llegar al corazón de cada tipo de persona según la guía del Espíritu Santo y la sabiduría divina.
En el tercero, El miedo escénico en la oratoria eclesiástica, sus autores señalan que, frente a la necesidad de los cristianos de ser buenos comunicadores, no se puede negar el obstáculo que representan el miedo escénico aún para los experimentados en el arte de hablar. Para lo cual plantean dos alternativas: (a) preparación, práctica, oración y (b) sobre todo, total dependencia de Dios.
El cuarto, Elocuencia cristiana plantea que este subgénero de la oratoria es fundamental en la preparación para que los ministros lleven un mensaje fluido y fresco; para asegurarse que la congregación reciba y recuerde el mensaje. No obstante, hay que estar claro que la elocuencia también puede servir para engañar, por lo que desarrolla la capacidad de expresarse de manera impactante; ratificando la necesidad del orador cristiano de depender de la Biblia como la base de su discurso.
El quinto, Oratoria: técnicas y recursos para llevar la palabra de Dios. En este los autores plantean que la oratoria es la diferencia entre lo que se expresa y lo que se quiere expresar, que el mensaje llegue y se entienda, En tal sentido, señalan que existen un conjunto de técnicas, como la conexión emocional a través de historias personales y testimonios; así mismo, recursos, tales como las metáforas o preguntas retóricas que puedan contribuir a lograr llevar exitosamente la palabra de Dios.
El sexto, Un orador a la imagen de Dios, referido a que un orador cristiano debe ser a la imagen de Dios y manifestar entre sus atributos, especialmente el amor evidenciado en su relación con el Padre celestial. Es importante, entonces conocer la palabra de Dios y al autor de esta. El hombre creado a imagen y semejanza de Dios, hemos recibido el don de la palabra para comunicar su evangelio, el orador cristiano debe manifestarlo y perfeccionarlo.
Por último, el séptimo, La oratoria, el lenguaje corporal y el ministro del altar. Se plantea la importancia del lenguaje corporal (los gestos y movimientos) al compartir el mensaje del evangelio. Las acciones y movimientos que realiza el cuerpo permiten que se comprenda mejor significados que el lenguaje oral no puede trasmitir. El autor insiste en que se debe buscar un equilibrio entre la palabra y el lenguaje corporal en la oratoria cristiana.