Pensamiento crítico versus fascismo y neofascismo
Cuando parecía que era un fenómeno que pertenecía a un lejano pasado, la política contemporánea nos sorprende con la renovada actualidad
del fascismo, bajo nuevas formas, con distintos objetivos y en un
marco económico y político internacional diferente. Partidos neofascistas son parte de las coaliciones de gobierno en Suecia, Finlandia, Hungría y Polonia. Encabezan el gobierno en Italia y podrían ser gobierno en
España. Nuevas derechas fascistoides o fascistizantes prosperan en otras
latitudes. En Latinoamérica sobresalen los casos de líderes o partidos políticos abiertamente partidarios de las dictaduras militares que asolaron la región. Jair Bolsonaro, en Brasil; en Chile, Gabriel Boric, en Argentina, Javier Milei. En esos países es evidente un desplazamiento del centro de gravedad del sistema
de partidos hacia la derecha, cosa que de modo más atenuado también
ocurrió en Uruguay. Partidos otrora de izquierda dura (comunistas y socialistas revolucionarios) se mimetizan con la socialdemocracia, al paso que ésta, siguiendo los pasos de Tony Blair o Felipe González, deviene en un
adocenado social-liberalismo. La derecha, a su vez, acicateada por la crisis
del capitalismo y por las amenazantes sombras de la declinación del imperialismo estadounidense, se inclina cada vez más hacia el neofascismo o
un populismo de derechas, y fuerzas políticas otrora marginales se constituyen como socios de importantes coaliciones de gobierno.