Del río hondo aquí
Lanzo mi voz en canto-sol-libre como una red sobre las aguas
extendidas del río. Voz entretejida a la voz de una mujer que me mira
también con el azul oro del río, junto a las aguas claras que arropan el
balcón de la casa, de esta casa blanca. Solo una mujer anudando los hilos
de lo inmanente y lo trascendente de un tejido inefable para que el hombre
lo vea. Canto de regocijo al entender lo inexpresable también aquí, ahora:
La raíz y el fruto unidos por el deseo de mi boca.