Reseña

En el largo transitar de tantos talentos, que fueron labrando el deslinde de los diferentes campos de la medicina, cuando empezaron a darse los primeros pasos a nivel mundial para la aparición de las especialidades, los médicos se encontraban en una especie de situación como la de Robinson Crusoe, cuya historia nos habla de las peripecias por las que tuvo que pasar, haciendo funciones de explorador, cazador, albañil, cocinero, maestro y, por si fuera poco, alternar también, para convertirse en el público que admiraba sus propias hazañas. De cubrir el amplio espectro al que estaban acostumbrados, es decir, ser internistas, pediatras, obstetras, ginecólogos, por nombrar algunas, todo a la vez, debían pasar ahora a dedicarse a una de esas ramas. Así lo fueron haciendo; ese fue el recorrido y poco a poco fueron llegando a la meta.
Se considera al viejo Hospital Vargas de San Cristóbal como la cuna regional de las especialidades, pues dio lugar al nacimiento de las principales entre nosotros. Los avances logrados en ese nosocomio fueron muchos y evidentes, baste citar algunos de los más destacados: nace la Sociedad Médica, que primero se denominó Asociación de Médicos del Hospital Vargas y luego Sociedad Médica del Hospital Vargas; se funda la primera Biblioteca Médica del Táchira; se instala el primer equipo para Rayos X; fue fundada por el doctor Phillips Hartz el primer Servicio de Anatomía Patológica; se crea el primer Comité de Historias Clínicas y Publicaciones; se inaugura el pabellón de Traumatología y Ortopedia, que pudiera considerarse como el primer Servicio de Ortopedia y Traumatología en el Táchira, el viernes 22 de febrero de 1952; se edita el primer Boletín Científico como órgano de la Sociedad Médica, cuyas fotos eran procesadas en Holanda y como si fuera poco en las revistas médicas: American Journal of Oftalmology and Cancer, Journal of the American Cancer Society publicaban artículos producidos por médicos del Vargas.
Antes de que toda la plantilla de médicos, personal auxiliar y trabajadores pasaran al nuevo Hospital Central de San Cristóbal, el Vargas contaba con los servicios de: Medicina, Cirugía, Obstetricia, Endocrinología, Traumatología y Ortopedia, Oftalmología, Gastroenterología, Dermatología, Urología, Cardiología, Otorrinolaringología, Pediatría, Radiología, Odontología, Estadística, Servicio Social y Aislamiento. Contaba además con Puesto de Socorro, Laboratorio y Farmacia. Algo muy importante de anotar es que en 1952 desde su seno se empezó a gestionar la adscripción del Vargas a docencia médica de la Universidad de Los Andes.
Algunos de los especialistas que ejercieron en el Vargas hicieron su entrenamiento en Europa, como el doctor Roberto Villasmil, graduado en la Sorbona; el doctor Ramón Ignacio Chacón, graduado en Hamburgo, y otros en la capital del país. Entre ellos, algunos lo habían hecho en varias especialidades, como es el caso del doctor Elbano Hugo Adriani Mazzei, quien, en nueve años de duro trabajo, con los mejores profesores de Bologna, Italia, lo logró en: Cirugía General y Vías Digestivas, Traumatología y Ortopedia, Medicina Interna, Otorrinolaringología, Anatomía Patológica, Obstetricia y Ginecología. Algunos, al lado de estos, se fueron convirtiendo, allí mismo dentro del Vargas en especialistas, como es el caso, entre otros, del doctor Francisco Romero Lobo, en Cirugía General.