Reseña

En un pequeño pueblo olvidado por Dios, los secretos no se entierran: se hunden.
Cuando Julián Altamirano regresa a la vieja hacienda familiar, solo encuentra ruinas, un diario empolvado y un pozo tapiado en el patio trasero. Nadie habla de él. Nadie se atreve a acercarse.

Pero algo sigue respirando ahí abajo.

A medida que la oscuridad cae sobre la casa, Julián descubrirá que aquel pozo no solo guarda agua, sino las voces de quienes alguna vez se atrevieron a mirar dentro.
Cada página del diario revela una verdad más perturbadora que la anterior, y cada noche el sonido que emerge del fondo es más claro… como si lo llamara por su nombre.

Inspirada en el terror clásico del siglo XIX y escrita con una atmósfera gótica sofocante, No vayas al pozo es una historia sobre la culpa, la locura y los fantasmas que dejamos cavar dentro de nosotros.

No todos los secretos deben descubrirse.
Algunos esperan… a que regreses.