El plano inferior
Un buen día Edward Gómez Gómez o Valle-Coche, segundo en el ranking histórico de los mejores arquitectos venezolanos, decide abandonar su vida profesional, conyugal y peatonal para unirse a los citizens, comunidad de indigentes que habitan en las cloacas de Nueva Caracas, espacio donde han establecido un sistema político con reglas tan severas como autónomas. Mientras sobrevive y extraña a su tóxica esposa, construye con desperdicios una maqueta de la Caracas que nunca fue, aquella de los edificios y proyectos engavetados o fallidos que solo se quedaron en planos arquitectónicos. El protagonista se dice: «Mi maqueta aspira a ser un remedo de la ciudad definitiva. El día en el que una civilización humana o extraterrestre del siglo xxx encuentre mi maqueta, no le quedará la menor duda de que entre los neocaraqueños existía un pequeño grupo de gente seria. Los Mayas de nuestro tiempo».
El plano inferior se puede definir como una fábula ciberpunk, desmedidamente cruel, donde un afinado humor negro acompaña el periplo de Edward y los entrañables citizens Franto, Ulises Peña, Jethro Tull, Tania, Luis El Evangélico, Richard y Saúl, seres adversos que en vano intentan salvar la civilización.