La voz del mar
Hildegart Acosta (1943) es una poeta de disciplina insoslayable, que se traza retos exigentes en la escritura. Consciente de la medida de las palabras, de las sutilezas del ritmo y la melodía, ejercita su conocimiento del lenguaje, construyendo poemas que apelan a lo visual, siguiendo las pautas de Mallarmé, donde el juego se materializa a través de la respiración y las cadencias del texto. Quizás esto se deba en parte a sus incursiones en la arquitectura, cuando fue estudiante universitaria, y en el canto lírico tiempo después. Como cultora del haikú (inéditos por los momentos), el minimalismo permea en casi toda su obra conocida. La estructura gramatical y visual ha sido decantada, adquiriendo una cualidad cristalina. Por ello, la poeta se deleita en imponerse parámetros estrictos para la composición y así, en el 2014, con Sobre Olas, nos entrega un poemario escrito con palabras de dos sílabas. Y en este, La voz del mar, palabras monosílabas son el cuerpo de sus diecinueve poemas.
En el caso de Acosta, esa cualidad transparente y mínima de sus poemas invita a la reflexión sobre el fluir de la vida con todos sus matices, a la meditación sobre la circunstancia del ser, pero siempre dentro del espíritu lúdico y amoroso que la caracteriza. La voz del mar es la voz de Hildegart Acosta.
Kira Kariakin