Reseña

Lissette Esmeralda Pérez Díaz, nacida el 21 de agosto de 1970 en la vibrante ciudad de Barquisimeto, estado Lara, es una figura multifacética cuya vida y obra han dejado una huella profunda en la sociedad venezolana. Desde la tierna edad de cuatro años, su infancia transcurrió en Cabimas, un lugar que sin duda influyó en su desarrollo personal y profesional. Allí, en esa ciudad petrolera, creció y se formó hasta los diecinueve años, momento en el cual decidió dar un paso decisivo en su vida al contraer matrimonio.
Actualmente, Lissette reside en el Municipio San Francisco, donde ha continuado su legado como madre de cuatro hijos, cada uno un reflejo de su dedicación y amor. Su formación académica la llevó a obtener el título de Licenciada en Educación Integral por la Universidad Nacional Abierta (UNA), una institución que le brindó las herramientas para moldear mentes y corazones a través de la educación.
Más allá de su rol como educadora, Lissette es una mujer de múltiples talentos. Ha destacado como escritora y poeta, utilizando la palabra escrita para expresar sus pensamientos y emociones, contribuyendo así a la cultura literaria de su país. Su voz también ha resonado en las ondas como locutora, alcanzando a una audiencia más amplia con su mensaje y su pasión por la comunicación.
Su compromiso social la ha llevado a desempeñarse como trabajadora social, un campo donde su empatía y deseo de mejorar las condiciones de vida de los demás se manifiestan diariamente. Fue una de las fundadoras de la Universidad Nacional Experimental del Sur (UNES) en 2011, una institución que busca la inclusión y la educación de calidad en regiones menos favorecidas. Además, ha servido como docente en el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE), donde su experiencia y conocimiento en educación han sido fundamentales.
Quizás uno de sus roles más significativos es el de Presidente de la Fundación Paz América, una organización dedicada a la promoción de la paz, el desarrollo humano con enfoque educativo, social, cultural y deportivo. A través de esta fundación, Lissette ha trabajado incansablemente para fomentar la convivencia pacífica y el bienestar comunitario.
Lissette Esmeralda Pérez Díaz no es solo una educadora o una madre; es una líder, una visionaria y una defensora de los valores que elevan a la humanidad. Su vida es un testimonio de cómo una persona puede impactar positivamente en su entorno, utilizando su conocimiento, su arte y su corazón para servir a los demás.