Brote santo
Brote santo es esa astilla de luz que pregunta y se tropieza con un nosotros hecho trizas, pero que retiene la osadía de ser lámpara, negación invicta de lo rectilíneo y lo sedoso. Firme hechizo apostado delante de nuestros miedos, que juzga, sutilmente implacable, ferozmente amoroso, cada paso dado en cumplimiento de las prescripciones que organizan nuestros actos.