Yo creativo... Una educación para ser libres
Dentro de la otrora educativa en tiempos postmodernos, la educación y la acción formativa intervienen en una encrucijada para lograr un verdadero impacto en el aprendizaje significativo de niños, niñas y adolescentes, por ello, la formación debe imbricar un cambio desde su composición eidética y pragmática, buscando el redescubrimiento del sujeto cognoscente en toda su capacidad cognitiva, permitiendo que sean los propios escolares los gestores, reguladores y promotores de sus conocimientos, partiendo en esencia de sus potencialidades integrales, aquellas que fecunden en la cerebración, donde aprendan desde todo su nexo numínico, racional, emocional y actitudinal; lograr un redescubrimiento como seres capaces, pensantes y creativos; este último, siendo el sostén de toda la direccionalidad pedagógica, pues, se trata de hacer del proceso, un mágico entorno de disfrute y potencial, redefinido por la capacidad innata del ser humano de aprender y crear. Se trata de hacer que los estudiantes se reconozcan sin limitaciones, que disfruten la construcción y la manifestación de la inteligencia, como una simbiosis sensitiva.