Yo también fui traicionado
Cómo sanar después de la traición y usar el dolor para reescribir tu historia
La sanación de esta herida no se vende en frases cortas. Se trabaja con palabras incómodas. Con memo-rias que duelen. Con cicatrices que no se muestran en público… pero que siguen ahí.
Este libro no está escrito desde una tarima, sino desde el suelo. Desde ese momento en que uno dice: “¿Y ahora qué hago con todo lo que me rompieron?”.
Porque sanar no siempre es gritar victoria. A veces es susurrar sinceridad.
Así que, si tú estás en ese punto donde ya no quieres vengarte, pero tampoco sabes cómo seguir… Entonces quédate.
Lee. Llora si hace falta. Ríe cuando te identifiques. Pero sobre todo… suelta el dolor y prepárate para ca-minar.