Liderazgo transformacional y gestión educativa ambiental en los docentes universitarios
Las políticas educativas implantadas en los países en desarrollo han estado histórica mente moldeadas por organismos internacionales, como por ejemplo la UNESCO, el CEPAL y otros, han tenido un papel clave como mediadores en dicha transportación de ideas y modelos hacia los países receptores o en vías de desarrollo, los cuales, a su vez, han tendido a incorporarlos de manera acrítica. El tradicional “retraso” en la llegada de esas ideas y modelos se ha reducido notablemente en los últimos años, dado el acelerado avance y auge de las comunicaciones y el papel cada vez más (pro) activo de las agencias internacionales, particularmente de los bancos, en la definición y financiamiento de las políticas educativas en los países en desarrollo a nivel mundial. La influencia de Estados Unidos y de su mentalidad en materia educativa se ha extendido y aparece hoy como hegemónico no sólo en América Latina, sino también en África y Asia, sobre todo mediante la influencia también global y hegemónica del Banco Mundial. El “docente real” que está enseñando en las aulas de los países en vías de desarrollo, es producto histórico de decisiones y políticas concretas está muy lejos del listado del “docente deseado”. El perfil mayoritario del docente de educación básica es un sujeto pobre (mujer y ama de casa, en el caso de América Latina y el Caribe), con bajas expectativas profesionales, deficiente educación general que a menudo no incluye siquiera la enseñanza secundaria completa, producto él o ella misma de la escuela de mala calidad que se pretende transformar con su ayuda, con una deficiente (o inexistente) formación para la docencia universitaria.
En el ámbito mundial, se está viviendo en un mundo competitivo caracterizado por un contexto social, económico, político, cultural y educacional, que exige la adquisición de nuevos modelos y enfoques o perspectivas ya que el sistema educativo ha sido conducido a una situación de crisis por falta de liderazgo de parte del director quien asume su rol como una imposición y no como una práctica administrativa para la acción de la gestión a nivel institucional, frente a este enfoque, Lussier y Achua (2011) puntualizan que el liderazgo “que se ha transferido del pasado, simplemente no es capaz de manejar problemas de este tiempo” (p. 88).